La quiropráctica en la actualidad
Con una base científica sólida, la quiropráctica está considerada por la OMS como la tercera profesión sanitaria mundial; se ejerce prácticamente en todo el mundo y está regulada por ley en más de 100 países.
La quiropráctica se ocupa del diagnóstico, prevención y tratamiento de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético y se utiliza para abordar diversas y diferentes dolencias, así como su prevención, y para mejorar el estado de salud de las personas, ayudando al cuerpo a potenciar sus habilidades naturales de recuperación, sin recurrir a medicación ni cirugías.
Los quiroprácticos de todo el mundo, y por supuesto los quiroprácticos en Barcelona, trabajamos con la columna vertebral corrigiendo desajustes (más conocidos como “pinzamientos”) que se dan cuando una o más vértebras pierden su alineación y movilidad y provocan una interferencia en la médula espinal o en los nervios espinales adyacentes, alterando el flujo de información entre el sistema nervioso y el resto de los sistemas del cuerpo. El resultado es una disminución en la capacidad natural de nuestro organismo para adaptarse y reaccionar al entorno.
Cuando un quiropráctico corrige suavemente estos desajustes, ayuda al cerebro a ser más preciso, a ver mejor lo que sucede en el resto del cuerpo para que éste responda de manera rápida y efectiva.
"La atención quiropráctica permite que nuestro sistema nervioso y nuestro sistema inmunitario se comuniquen entre sí con mayor claridad, manteniéndolos equilibrados y saludables".
Aaron Morris
7 claves para elegir un quiropráctico en Barcelona
Elegir un quiropráctico en Barcelona es como elegir a cualquier otro profesional que necesitemos, ya sea un psicólogo, un mecánico o un abogado. Lo ideal sería acertar a la primera pero bien sabemos que eso no siempre es así y una mala elección puede conllevar una mala experiencia que nos haga pensar que todos los quiroprácticos son iguales. Sin embargo, no debes darte por vencido, hay que tener paciencia y seguir buscando para encontrar otro con el que te sientas cómodo y que pueda ayudarte a resolver el problema que tengas, ya sea físico o emocional.
Para escoger al quiropráctico más adecuado es muy importante informarse bien acerca de su formación y su certificación profesional pero también asegurarse de que el espacio en el que se vaya a realizar la terapia cumpla con todos los requerimientos específicos y que tenga los elementos necesarios para el desarrollo de la actividad.
A continuación, detallaremos las cuestiones más importantes a tener en cuenta para elegir al que será nuestro quiropráctico:
1. Formación académica
La quiropráctica es una disciplina bastante reciente en España y no todos los que se hacen llamar “quiroprácticos” disponen de la titulación adecuada, por ello es muy importante comprobar que la persona en cuyas manos nos vamos a poner haya estudiado en una universidad que ofrezca el título en esta especialidad.
Su título debería estar expuesto en la consulta para que los pacientes puedan verlo del mismo modo que podemos ver los de cualquier otro profesional de la salud y, en caso de no tenerlo a la vista, es tu derecho como paciente pedirle que te lo enseñe.
Es también recomendable que el profesional que vayas a elegir forme parte de la Asociación Española de Quiropráctica (AEQ). La AEQ, fundada en 1986, reúne exclusivamente a los licenciados y doctores en Quiropráctica cuyo título universitario haya sido expedido por alguna de las universidades reconocidas por el Consejo Europeo de Educación Quiropráctica, lo que certifica que está capacitado profesionalmente para trabajar en algo tan delicado como es la columna vertebral.
2. Experiencia y formación constante
Igual que no existe un sustituto para la experiencia, no hay nada peor que un profesional harto de su trabajo.
Los mejores quiroprácticos de cualquier ciudad del mundo, ya sea Barcelona, Madrid o Nueva York, son aquellos que aúnan los años de experiencia con la formación continuada. Estar a la vanguardia en la investigación y familiarizarse con los últimos avances de la profesión, les permite estar siempre mejorando las habilidades adquiridas a lo largo de su carrera.
En mi caso, me enamoré de la quiropráctica en 1998 y se ha convertido en mi mayor pasión desde entonces. Además de atender en la consulta, dirijo seminarios de formación profesional para quiroprácticos alrededor del mundo para ayudarles a tener tan buenos resultados con sus pacientes como yo los tengo con los míos.
3. Referencias
Las referencias son siempre importantes en todos los ámbitos y cuando se trata de la salud todavía más. Lo ideal es seguir la recomendación de alguien cercano en quien confiemos y consultar las reseñas que el quiropráctico pueda tener en las diferentes redes sociales. Las mías las podéis encontrar aquí (Google Review Aaron Morris, Facebook, Instagram, etc.).
4. Accesibilidad
Encontrar un quiropráctico en tu ciudad, cerca de tu casa o de tu trabajo, es una buena opción pero no la única, ya que no siempre el quiropráctico que tengas más cerca será el más adecuado para ti. La distancia no debería ser una limitación para acudir al mejor profesional posible, así que no dudes en invertir algo de tu tiempo para acudir a una consulta que se adapte más a tus necesidades, aunque se encuentre fuera de tu entorno más inmediato.
5. Técnica / Especialización
Los pacientes tienen derecho a saber qué les van a hacer cuando acuden a una consulta, así que es imprescindible informarse de la técnica que utiliza el profesional elegido.
Dentro de la quiropráctica existen diferentes técnicas, unas utilizan dispositivos y otras son manuales, unas son muy extremadamente suaves y otras más intensas, unas están más enfocadas en tratar el aspecto físico y otras en el aspecto emocional.
Y es importante destacar que también las hay específicas para trabajar con bebés, niños de todas las edades, deportistas, personas mayores, etc. En cualquier caso, lo fundamental son los resultados y que te sientas bien con la técnica utilizada.
6. Cuidados preventivos ofrecidos
Tu quiropráctico en Barcelona, además de solventar los problemas actuales y ayudarte a sentirte mejor lo más rápido posible, debe trabajar en la prevención de posibles nuevos episodios para evitar que se reproduzcan en el futuro.
En mi caso, te ofrezco tres niveles de cuidados quiroprácticos, Las 3 P de la quiropráctica:
En la primera, Pain (Dolor), el objetivo es eliminar los dolores.
La segunda es Prevention (Prevención). Una vez conseguida esa mejora, lo siguiente es evitar que el problema vuelva en el futuro.
Y finalmente, mi trabajo se encamina hacía alcanzar la tercera “P”, Performance (Rendimiento óptimo). Significa experimentar altos niveles de vitalidad, salud y felicidad y una sensación de satisfacción en la vida, lo que yo llamo vivir una vida +10.
7. El factor humano
Como en cualquier ámbito laboral, el profesional que ejerce la quiropráctica es una persona normal y corriente, con sus defectos y virtudes. El componente humano siempre está presente y es importante entender que no todos los quiroprácticos de Barcelona son iguales, por lo que es posible que el quiropráctico que a ti te va muy bien, a tu vecino no le dé resultado y el que le guste a un amigo tuyo, a ti no te parezca tan bueno.
Lo importante es que la persona que elijas para tratarte te dé confianza y que tú también estés dispuesto a dársela.
Nuestra filosofía
A pesar de recibir prácticamente la misma enseñanza, la filosofía puede ser diferente. Los quiroprácticos en Barcelona se dividen, básicamente, en dos bloques muy diferenciados: los estructurales y los vitalistas. Los primeros están más centrados en los síntomas y en su desaparición, mientras que los segundos más orientados en encontrar la raíz del problema, considerando al ser humano como un todo inseparable e intrínsecamente unido en todas sus partes.
En Punt Vital nos alineamos con los segundos, los vitalistas, y consideramos al individuo como un todo desde el punto de vista físico, mental, emocional y energético, por lo que si una de esas partes se desequilibra, el resto también se verán afectadas.
Es por ello que nuestros pacientes no solo reciben el cuidado de la columna vertebral, pautas de estiramientos y otros ejercicios complementarios para mejorar la salud física, sino que también les ofrecemos conferencias gratuitas en las que recibirán consejos sobre aspectos relacionados con la salud emocional.
La elección de un quiropráctico en Barcelona es absolutamente personal. Lo importante es no precipitarse y meditar la decisión, asegurándose de que el profesional reconoce y entiende tu problema y sabe cómo ayudarte a mejorar tu estado. No siempre es fácil encontrar a un buen quiropráctico y, sinceramente, me encantaría que todos encontrarais al que más os convenga y disfrutarais de la experiencia.
Si te ha gustado este artículo y quieres sentir los beneficios de la quiropráctica, haz click en el siguiente enlace para tener una visita con Aaron Morris.