¿Quiropráctica o Quiropraxia?La quiropráctica, una disciplina natural
Los quiroprácticos nos encargamos del diagnóstico, tratamiento y prevención de las alteraciones del sistema neuro-músculo-esquelético y de sus efectos sobre el sistema nervioso, el sistema inmunitario y la salud en general.
Ponemos especial atención en la relación del sistema nervioso con los otros sistemas de nuestro cuerpo para lograr el equilibrio en todos los sentidos, recomendando buenas prácticas posturales tanto para la oficina como para la vida cotidiana.
¿Qué nos hace diferentes? Que trabajamos de manera totalmente natural, sin fármacos ni cirugías, y teniendo muy en cuenta los factores claves de un buen quiropráctico.
Nuestro trabajo consiste en localizar y corregir las subluxaciones vertebrales. Una subluxación se produce cuando una o más vértebras de la columna vertebral pierden su alineación, desplazándose de su posición original y provocando una interferencia en la médula o nervios espinales, que altera el flujo de energía y comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, impidiéndonos funcionar al 100%. Para corregir este desplazamiento, los quiroprácticos realizamos ajustes, unos movimientos suaves y específicos con las manos en la columna vertebral, utilizando una camilla especial y, ocasionalmente, algún sencillo instrumento totalmente inofensivo e indoloro.
Reserva tu visita y conoce los beneficios de la quiropráctica. Te invitamos a conocer nuestro trabajo y a descubrir cómo la quiropráctica mejorará tu postura y calidad de vida,

¿Quién debería ver a un quiropráctico?
La quiropráctica no está orientada sólo a personas con dolor de cabeza, dolores de espalda, lumbalgia o ciática, que son las dolencias más habituales por las que la gente se decide a buscar ayuda. También hay otras muchas razones “silenciosas” y no tan evidentes que nos afectan física y emocionalmente, como el estrés y los problemas derivados de la vida sedentaria, cuyas consecuencias no se detectan a simple vista pero pueden ser evidentes a los ojos de un buen quiropráctico, por lo que la prevención es muy importante.
Las 3 P de la Quiropráctica
1. Pain (Dolor)
Los quiroprácticos no nos centramos específicamente en el dolor sino en sus posibles causas. Cuando trabajamos para equilibrar la columna vertebral, el sistema nervioso y el resto de los sistemas de nuestro cuerpo tienden a funcionar mejor y, como resultado, la mayoría de dolores y síntomas mejoran o, incluso, desaparecen.
En este primer nivel podemos incluir los problemas más habituales por los que la mayoría de los pacientes acuden a la consulta:
Dolor de espalda
Es el dolor más habitual y por el que más gente visita a un quiropráctico. Las causas pueden ser muy diversas, desde malas posturas en nuestra vida diaria hasta desequilibrios de la columna vertebral, sobrepeso, escoliosis, degeneración de las vértebras, traumatismos mal curados y golpes.
Uno de los informes más extensos sobre el dolor de espalda en la literatura científica es el «Informe Manga». Este estudio, financiado por el Ministerio de Salud de Ontario (Canadá) en 1993, demostró que la manipulación de la columna vertebral por quiroprácticos para el tratamiento del dolor de espalda es más efectiva, más segura y menos costosa que los tratamientos médicos convencionales.
Dolor de cabeza
Se estima que el 25% de la población padece dolor de cabeza de forma regular, pero no por ello debe considerarse normal en absoluto. El dolor de cabeza es siempre una señal de alarma de que algo no va bien en nuestro organismo y, por lo general, está provocado por la sobrecarga del sistema nervioso, problemas en hombros y cervicales y el estrés. El tratamiento quiropráctico regular minimiza las causas y consigue aliviar estos dolores.
Vértigos y mareos
La sensación de que nuestro alrededor da vueltas y que los objetos se mueven, acompañada de palidez, sudoración fría, náuseas, abatimiento o exceso de saliva son algunos de los síntomas asociados con el vértigo o mareo.
El mareo limita las actividades y la calidad de vida de las personas que lo padecen. Sus causas son muy diversas aunque las más comunes tienen su origen en problemas cervicales y traumas en la cabeza. En ambos casos, el cuidado quiropráctico puede ayudar a que los mareos mejoren o desaparezcan.
Lumbalgia
Es el dolor en la parte baja de la espalda producido por una fuerte contractura muscular que limita la movilidad. Se origina a partir de un mal movimiento o postura, que estira los tejidos más blandos de la zona y desplaza alguna articulación. El origen, por tanto, puede estar en la pelvis, en las vértebras lumbares o en algún nervio próximo. La Organización Mundial de la Salud estima que el 80% de la población adulta padecerá estas molestias en algún momento de su vida.
Ciática
La ciática es un dolor que irradia a lo largo del nervio ciático, que es el más grande y largo del cuerpo. El dolor sigue el recorrido de dicho nervio desde la zona lumbar hacia abajo por las nalgas y piernas, pudiendo extenderse incluso al tobillo, pie y dedos, pero también puede irradiarse hacia la espalda.
Independientemente de la causa de la ciática, a menudo el origen del dolor viene de una subluxación vertebral, es decir, una vértebra bloqueada o desalineada que inflama o comprime el nervio ciático. El ajuste quiropráctico también es muy efectivo en esta dolencia ya que se centra principalmente en la columna vertebral.
2. Prevention (Prevención)
Cuando los pacientes han conseguido que el dolor y otros síntomas desaparezcan, el siguiente paso es evitar que lo que los ha provocado se reproduzca en el futuro.
El cuidado quiropráctico ayuda a los pacientes a prevenir las recaídas y permite al cuerpo ir evolucionando hacia un estado de salud y bienestar.
¿Sabías que los primeros desplazamientos vertebrales se producen en el parto en el momento de nuestro nacimiento? ¿Y que solo un 10% de subluxaciones producen dolor?
Si el cuerpo no funciona a su máxima capacidad es más propenso a enfermar. Por ello, como mencionamos anteriormente, la quiropráctica no se centra en los síntomas en sí mismos sino que se preocupa por encontrar y eliminar lo que causó esos síntomas, es decir, busca y trabaja sobre el origen del problema.
Los quiroprácticos procuramos mantener la comunicación óptima entre el sistema nervioso central y todos los órganos, músculos y tejidos. La comunicación es un impulso electroquímico que puede verse disminuido y desencadenar problemas que se manifiestan como síndromes o dolencias.
Al mantener la función correcta, el ajuste quiropráctico contribuye a la prevención. Recibir cuidados quiroprácticos de forma regular puede prolongar la vida útil de la columna vertebral, prevenir la degeneración espinal progresiva, potenciar nuestras capacidades y mejorar nuestra calidad de vida.
Embarazo
La quiropráctica es muy recomendable durante el embarazo, ya que ayuda a la correcta colocación y encaje del bebé, y también para recién nacidos y niños porque mejora su sistema inmunitario desde pequeños.
Y las personas que buscan mejorar la postura mejorarán también sus patrones de respiración y disminuirán el riesgo de padecer dolores de espalda, problemas articulares, fatiga y dolor de cabeza, entre otros.
Estudios demuestran que la quiropráctica también ayuda a normalizar la presión arterial. La hipertensión arterial puede ser la causante o contribuir a una serie de problemas de salud o enfermedades, como por ejemplo los ictus, derrames cerebrales o infartos.
Ancianos
Finalmente en este nivel también debemos incluir a las personas mayores y ancianos que gracias a la quiropráctica consiguen una mejor calidad de vida en cuanto a movilidad, agilidad física y mental, reducción de procesos inflamatorios y disminución del dolor, sin olvidar la recuperación del equilibrio que reduce el riesgo de caídas y sus consecuencias.
Las personas mayores que pierden el equilibrio y se caen pueden sufrir roturas de brazo, pierna o cadera, lo que les lleva a una hospitalización o, incluso, a una intervención quirúrgica. Bien es sabido el riesgo de infección dentro de los hospitales, por lo que siempre es mejor evitar el ingreso para minimizar las posibilidades de contraer alguna enfermedad que ponga aún más en riesgo su salud.
3. Performance (Rendimiento)
El objetivo final es alcanzar la tercera “P”, el rendimiento. Cuando hablamos de rendimiento, no solo nos referimos a deportistas de élite. Un rendimiento óptimo significa experimentar constantemente altos niveles de vitalidad, salud y felicidad y una sensación de satisfacción en la vida, significa que todo está funcionando correctamente en tu cuerpo y mente. Lo que yo llamo vivir una vida +10.
Y de esto se trata la quiropráctica, de ayudarnos a rendir al máximo en todos los aspectos de la vida.

¿Quién no querría vivir de manera óptima?
Solo tenemos una vida y de nosotros depende hacerla lo más completa y maravillosa posible. Por ello, tanto si quieres rendir al máximo por ti o para brindarle lo mejor a sus hijos, si deseas mejorar en el trabajo o en los estudios para alcanzar éxito personal o profesional o, incluso, eres un atleta que busca mejorar, en Punt Vital podemos ayudarte a realizar una vida +10 y rendir de manera óptima.
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"Elige la salud hoy y la salud te elegirá mañana".
Aaron Morris